Nvidia vuelve a sorprender a Wall Street con ingresos récord y expectativas de crecimiento

Nvidia, líder mundial en procesadores gráficos (GPUs) y epicentro de la revolución de la inteligencia artificial, reportó resultados trimestrales que superaron las estimaciones del mercado. Registró ingresos de USD 46.7 mil millones (vs. 46 mil millones esperados) y una utilidad por acción ajustada de USD 1.05 (vs. 1.01). Para el próximo trimestre, la empresa prevé ventas de USD 54 mil millones, lo que implicaría un crecimiento por encima del 50% interanual y sería el noveno trimestre consecutivo con este nivel de expansión.
La acción, que ya acumula un alza de +30% en 2025 tras casi triplicar en 2024, mostró algo de volatilidad después de la publicación por menores ingresos en la división de data centers frente a lo esperado. Sin embargo, la tendencia de fondo sigue intacta: Nvidia es el gran ganador de la carrera por la infraestructura de inteligencia artificial.
La compañía estima entre USD 3 y 4 trillones de gasto global en infraestructura de IA hacia 2030, lo que garantiza un panorama de fuerte demanda a largo plazo. Dentro de su portafolio, la línea Blackwell representa ya cerca del 70% de las ventas de data center, con un alza del 17 % frente al trimestre anterior. A su vez, la diversificación también aporta: el segmento de gaming creció 49% interanual (USD 4.3 mil millones) y el de robótica 69% (USD 586 millones), mostrando que el negocio va mucho más allá de los chips de IA. Además, el directorio aprobó un plan de recompra adicional por USD 60 mil millones, sin fecha límite, reforzando la confianza en la acción.
Tras la publicación de resultados, la acción cayo aproximadamente 3% en el aftermarket, debido a preocupaciones por el ritmo de crecimiento en data centers y la incertidumbre regulatoria sobre las ventas a China. Al día siguiente, logró recuperar parte del terreno perdido, mientras otros títulos tecnológicos ligados a la inteligencia artificial impulsaban al mercado en general. Algunos analistas interpretaron la corrección como una reacción desproporcionada y aprovecharon para reafirmar su confianza, elevando precios objetivo, como fue el caso de JPMorgan, que lo subió hasta USD 215 por acción
