La tokenización despega y Bank of America deja un mensaje claro: adaptarse o quedar atrás

Según un nuevo informe de Bank of America, la tokenización de activos del mundo real (RWA) —acciones, bonos, depósitos bancarios e inmuebles— está ganando fuerza entre inversionistas institucionales. Aunque las stablecoins siguen dominando el espacio cripto, el foco está migrando hacia cómo representar activos tradicionales en blockchain, lo que marca el inicio de un proceso estructural de varios años hacia transacciones 100 % digitales, con liquidez mejorada, settlement instantáneo y cumplimiento automático vía smart contracts.
La tokenización consiste en representar digitalmente un activo físico o financiero sobre una blockchain, permitiendo dividirlo en partes más pequeñas (propiedad fraccionada), negociar su valor de forma más ágil y habilitar su acceso global. Esto abre la puerta a una infraestructura financiera más eficiente, con operaciones 24/7, transparencia y menores costos operativos.
Uno de los casos más destacados es el de Dubái, donde el Departamento de Tierras lanzó una plataforma que busca digitalizar hasta US$16.000 millones en bienes raíces para 2033, introduciendo esquemas de propiedad fraccionada y mayor acceso a un mercado históricamente ilíquido. El informe también destaca que este tipo de avances podrían presionar modelos de negocio tradicionales como el de Citi, cuya unidad de servicios transaccionales representa cerca del 40 % de su utilidad.
BofA concluye que los inversionistas están empezando a subestimar la velocidad con la que esta disrupción podría avanzar, así como la capacidad de algunos bancos de adaptarse. La tokenización de activos ya no es una promesa futurista: se perfila como una nueva infraestructura financiera con operaciones globales, automatización legal y acceso democratizado, marcando un hito clave en la adopción real de blockchain a nivel institucional.