Colombia al borde del abismo fiscal: ¿Podría verse impactada la moneda?

El Gobierno de Gustavo Petro cerró 2024 con el déficit fiscal más alto en dos décadas, equivalente al 6,4% del PIB, es decir, unos 114,5 billones de pesos. Aunque el presupuesto aprobado fue de 502,6 billones, los ingresos proyectados —más de 422 billones— no se cumplieron, principalmente por una economía que no creció al ritmo esperado y una caída en el recaudo. Mientras tanto, los gastos se mantuvieron altos, especialmente en funcionamiento y servicio de deuda.
Ante este panorama, Hacienda recortó 28 billones de pesos del gasto a mitad de año, pero aún así se recurrió a un fuerte endeudamiento: se emitieron TES por 104 billones y se obtuvieron otros 96 billones en créditos internos y externos. A pesar de los ajustes, el déficit primario (sin intereses) cerró en -0,8% del PIB, cuando se esperaba un superávit de 0,2%. Para 2025, el Gobierno ya activó la cláusula de escape de la regla fiscal, y se proyecta que el déficit total llegue a 7,4% del PIB, con un déficit primario de -1,4%.
Este desbalance fiscal sostenido y sin un plan claro de ajuste podría traer consecuencias importantes. Entre ellas, una posible rebaja en la calificación crediticia del país, que encarecería aún más la deuda. Además, la incertidumbre fiscal y económica podría llevar a una mayor presión sobre el tipo de cambio, generando una posible devaluación del peso si se deteriora la confianza de los inversionistas, aunque todavía no se está viendo esta tendencia en la cotización del dólar.
